Nacido en Barcelona en 1950. Ya en mi primera infancia, a los diez años, y gracias, sobre todo, a la afición de montañero y naturalista de mi abuelo materno (quien me regaló una primera colección en 1960), entré en contacto con el mundo de los minerales, una afición aún un poco nebulosa pero que se fue afirmando con frecuentes visitas al Museo de Geología de Barcelona y a la Antigua Casa Soler Pujol, en la plaza Real de la ciudad. En ambos lugares tuve ocasión de ir conociendo, al mismo tiempo que a otros recién llegados a la afición, a los coleccionistas más expertos y de más nivel, como Josep Cervelló y Joaquín Folch.
Entre 1962 y 1965, tras muchas mañanas de sábado en el Museo de la ciudad, con la inefable presencia del conserje, D. Francisco García Espino, que nos vendía ejemplares modestos, siempre acompañados de alguna explicación interesante, y con las visitas a otras colecciones me hicieron tomar conciencia de lo que realmente me podía interesar e hice una primera selección cualitativa de entre la rara amalgama de objetos varios que había ido acumulando y eliminé una buena cantidad de ellos de entre un batiburrillo de minerales masivos, rocas y fósiles (y, por qué no decirlo: «pedruscos»).
En el año 1969 decidí iniciar estudios universitarios en la facultad de Geología de la Universidad de Barcelona, pidiendo, al mismo tiempo una beca del Museo Municipal de Geología, entrando, el año 1973, como conservador interino en el mismo. No fue hasta años después el 1978, que accedo –por oposición– a la plaza de conservador.
A principios de los setenta, coincidiendo con una época de especial vitalidad mineralógica, la colección sigue creciendo según un modelo de corte “clásico” (sistemática-cristalográfica), pero atendiendo más a aspectos de interés documental y genético que a otros más «estéticos». Me llamaban la atención, sobre todo, la morfología cristalina y las «curiosidades» mineralógicas, con el resultado final de una colección ecléctica, muy irregular, si se quiere, pero llena de sugerencias y sorpresas y que acabó ramificándose en una sección de miniaturas. |
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