COMENTARIOS DE MIGUEL CALVO SOBRE LA FIRA DE SANT CELONI 2003


Este año se ha celebrado la XXV edición de la Feria de Sant Celoni, la primera que intentó celebrarse en España. No lo consiguió, ya que no fue autorizada por el correspondiente Gobernador Civil, que no se fiaba de lo que podría pretender hacer realmente una gente que pretendía reunirse con una excusa tan tonta como comprar, vender y cambiar minerales. Unos meses después, la feria de Bilbao (patrocinada por Iberdrola) si consiguió la autorización.

En cuanto a los minerales, puede decirse que la feria estaba como siempre. Es una feria casi exclusivamente mineralógica, sin fósiles ni bisutería (alguna pieza se cuela siempre de ambos tipos, pero pocas). Jordi Fabre llega con el material nuevo de Tucson, lo pone sobre las mesas de billar del salón (es una feria como muy familiar) y nos deja con la boca abierta. Desde luego, es difícil cerrarla delante de un cristal de esmeralda biterminado, de unos 5 cm. de largo por 1 de grueso, transparente, verde intenso, aéreo sobre una pequeña pieza de matriz. Uno se lo compraría, de no ser por el precio: 5.800 euros de vellón. Procede de la mina La Pita, Coscuez, Colombia. Algo más barata (5.400 Euros) era otra pieza impresionante, una pareja de octaedros de carrollita de más de 10 cm. también en matriz. Del Vesubio procedía un ejemplar con octaedros centimétricos de magnesioferrita, recubiertos de escamillas de hematites.

Entre los ejemplares mas"baratos", alguno incluso asequible a bolsillos españoles, podían destacarse un cristal de unos 2,5 cm. de jeremejevita, un buen lote de turmalinas calidad gema brasileñas, varias poldevaartitas, y dos "tumbnails" de alto nivel, una vauxita con cristales muy grandes para la especie, y una legrandita de lo mejor que he visto en ese tamaño...., en fin, Jordi Fabre, eso lo dice todo.

De España tenía como más interesante Jordi Fabre unos cristales de baritina incoloros y transparentes, con inclusiones de microcristales de calcopirita, de una localidad que figuraba en las etiquetas como "Labores de la mina Aizpea". Esta localidad es probablemente una pequeña prospección relativamente cercana a la mina Troya, en Mutiloa, donde han aparecido además de estos y otros cristales de baritina (algunos de hábito tabular de hasta 15 x 10 cm.) unos cristales de galena cúbicos y cuboctaédricos, generalmente toscos, especialmente los más grandes, y originalmente sin brillo, pero que se han puesto recientemente a la venta en algunas ferias después de haberlos pulido artificialmente. En la página 31 del libro de Minerales del País Vasco y Navarra editado por el Museo de Ciencias Naturales de Álava aparece una foto de cristales de galena de este yacimiento, de tamaño pequeño, que son los mejor formados (en su estado original, por supuesto, sin pulir).

De España no había nada más en tamaño macro. En tamaño micro, Juan Viñals (quien si no?) tenía algunas de sus "imposibilidades" habituales, perfectamente caracterizadas, y en algunos casos muy bonitas con la binocular. Por ejemplo, arsentsumebita, no de Tsumeb, sino de la mina La Estrella, Pardos (Guadalajara), como grupitos de diminutos cristales de color verde manzana. Paraatacamita pseudomórfica de cristales de azurita, de Huercal Overa (Almería). Agrupaciones cristalinas de parnauita, del mismo yacimiento. Y philipsita-Na de Santa Cruz de Tenerife, en forma de cristales incoloros exteriormente, pero con un núcleo blanco opaco, asociados a microcristales de calcita. También algunos ejemplares de Hiendelaencina, con freislebenita, miargirita o plata nativa, masivas pero bien caracterizadas.

En el stand de Baikal Geo quedaron en ausencia de su dueño y al cuidado de los vecinos de puesto algunas piezas españolas antiguas, entre ellas un grupo de cristales de baritina con cinabrio de Almadén (muy dañado, desafortunadamente). Como casi la otra única novedad española destacable, estaban a la venta bastantes ejemplares con microcristales de anatasa, de color azul, procedentes de Spot.

Miguel Calvo